CAPITULO 16
En la venta don Quijote y Sancho son curados tras su pelea por la mujer del ventero, su hija y Maritornes, que no tardan mucho e comprobar la locura del caballero. Éste que cree haber llegado a un castillo, es acomodado en una cama muy rudimentaria y sueña que la hija del ventero, la dama del castillo, se ha enamorado de él. Por este motivo la confunde con Maritornes, que se había apalabrado para esa noche con una arriero hospedado en la venta, y se acuesta con ella. Acto seguido se desata una pelea nocturna entre Sancho, el arriero, don Quijote, el ventero, Maritornes y un cuadrillero.
CAPITULO 17
Siguen los sucesos de la venta y, a fin de sanar tantas palizas y porrazos se le ocurre a don Quijote confeccionar el bálsamo de Fierabrás, que con sus poderes extraordinarios les curará heridas y chichones. Sancho coincide con su amo en que un moro les ha castigado encantando la venta.
A continuación don Quijote se dispone a abandonar la venta, aunque se niega a pagar su estancia. Sancho tampoco quiere pagar y es manteado. El ventero se queda con sus alforjas.
CAPITULO 18
Don Quijote y Sancho reflexionan sobre los sucesos en la venta de Palomeque y culpan de ellos a los encantadores. Siguen por el camino y cuando don Quijote ve dos rebaños de ovejas los confunde con dos ejércitos y con personajes de los libros. Pese a las advertencias de su escudero, el caballero se pone de parte de uno de los ejércitos y arremete contra el otro. Entretanto llegan los pastores y apalean a don Quijote por defender a las ovejas. Don Quijote acaba muy malparado y Sancho está a punto de abandonar a su amo debido a su mala suerte cuando no encuentra las alforjas. No obstante, don Quijote le convence para que no se vaya y atribuye su mala suerte a los encantadores.
CAPITULO 19
La aventura del cuerpo muerto. El bachiller Alonso López de Alcobendas. El caballero de la Triste figura.
CAPITULO 20
Aventura de los batanes. Sancho hace lo que otro no puede hacer por él. Lágrimas y burla de Sancho. Don Quijote impone silencio a Sancho.
CAPITULO 21
Comienza a llover por lo que un barbero utiliza su bacía para cubrirse la cabeza. No obstante, don Quijote la confunde con el yelmo de Mambrino y acomete contra el barbero y le quita su bacía y Sancho los aparejos del asno del barbero. Continúan su camino y don Quijote cuenta para ilustrar a Sancho una novela caballeresca protagonizada por el caballero del Sol. Al final de su historia don Quijote reflexiona sobre las dos clases de
linaje que existen en el mundo.
CAPITULO 22
En este capitulo se nos cuenta otra aventura de Don Quijote y Sancho en la cual nuestros dos personajes se encuentran con muchos malhechores que van a cumplir condena en las galeras del rey.
Don Quijote y Sancho iban caminando tranquilamente por un descampado cuando encontraron en su camino a unos galeotes, presos, que iban escoltados por unos comisarios armados. Don Quijote al ver que estos presos iban encadenados se interesó del porque de esta inhumana situación. Sancho se lo intento explicar, pero al no quedar satisfecho este comenzó a preguntarle a los galeotes el porque de su condena. Los galeotes comenzaron uno por uno a explicarle a Don Quijote el porque se encontraban encadenados y condenados a trabajar en las galeras del rey.
Don Quijote al considerar injusto, que esos hombres estuvieran condenados por algo que él no consideraba una pena mayor, decidió liberarlos y dejarlos marchar en paz. Al acabar esta pequeña batalla entre los galeotes y Don Quijote contra los comisarios, Don Quijote les dijo a los galeotes que fueran a visitar a su amada Dulcinea del Toboso a contarle que el caballero de la triste figura, Don Quijote, les había liberado de sus cadenas y penas. Los galeotes además de negarse a cumplir este pequeño mandato comenzaron a apedrear y saquear a Don Quijote y a Sancho, dejándoles a la intemperie
casi desnudos.
CAPITULO 23
En este capitulo se nos narra como Don Quijote y Sancho se refugian en Sierra Morena para así huir de la santa hermandad que les perseguían.
Mientras estaban Don Quijote y Sancho durmiendo se acercó allí uno de los galeotes que habían escapado en el capitulo anterior y le robó a Sancho su asno para mas tarde venderlo y sacar así algún dinero, ya que por el caballo de Don Quijote, Rocinante, no ganaría ni una sola moneda.
Después de que Don Quijote hubiera consolado al pobre Sancho prometiéndole que le conseguiría cinco asnos mas, ambos personajes comenzaron a andar por esa angosta sierra en busca de nuevas aventuras. Poco después de este desafortunado incidente se toparon Don Quijote y Sancho con un cojín y una maleta, la cual tenia varias comisas, un librillo y una bolsa con un montoncito de escudos de oro.
Don Quijote al leer el librillo se intereso por saber quien podría ser el dueño a sí que él y Sancho se dispusieron a buscarle a trabes de esa angosta sierra. Al cabo de un considerable tiempo encontraron a un cabrero que les contó todo lo que sabia sobre ese misterioso personaje.
Este cabrero les contó que este era un hombre loco por momentos, ya que en ocasiones se comportaba de forma muy caballerosa y cortes y en otras ocasiones se comportaba de una forma muy brutal y loca. El cabrero había acordado junto con unos amigos el llevar
a este peculiar personaje a la villa de Almodovar para que le pudieran curar y también para que tanto el cabrero como Don Quijote se pudiesen informar de quien era ese misterioso hombre.
CAPITULO 24
Cardenio, que así se llamaba el hombre loco que vivía en Sierra Morena, estaba muy agradecido por la ayuda que en un principio le querían dar los tres personajes anteriormente nombrados y a cambio de estas, supuestas, ayudas les comenzó a contar una historia.
Cardenio pertenecía a una familia rica y estaba enamorada de Luscinda hija también de otra familia rica. Cuando Cardenio había conseguido el consentimiento del padre de Luscinda para casarse con ella, el padre le comunico que tenia que irse a la casa del Duque Don Ricardo. Cardenio mantenía una gran amistad con el hijo del Duque Don Ricardo con el cual tenia una confianza absoluta. En una de las cartas que la amada le manda a Cardenio le pide que le envíe el Amadis de Gaula, al oír Don Quijote el nombre de este peculiar libro comenzó a relatar historias de este libro y de otros que él consideraba interesantes. Tras este peculiar paron Cardenio continuo contando su historia y llegó un momento en el que se puso a hablar de la reina Madasima, Don Quijote tras oír esto Don Quijote le comenzó a tratar como un loco y como un mentiroso. Cardenio al ver la actitud de Don Quijote le tiro un guijarro que había junto a él,
Sancho y Cardenio sufrieron el mismo ataque que Don Quijote.